Rutina

No hace ni cuatro días enteros que he estado contigo y ya me ha comido la rutina.
Me he encerrado a escribir mientras JL y López hacen el resto de cosas que tenemos pendientes.
Yo escribo, como escribo, ceno y escribo. En bucle.
Y mientras tanto voy sacando fuerzas de flaqueza pensando en ese paseo por la playa, las peleas contra las olas, hacer el memo en la piscina, una hamburguesa que casi nos tumba y sobre todo, en ti.
Son tres semanas lo que nos queda, un poco más si contamos los días de Lebanza. Podría decirse que lo más duro ya ha pasado, pero no sabría decirte.
Te echo de menos.